¿Sabías que el vino es una de las bebidas más antiguas y populares del mundo? Seguro que has oído hablar de sus beneficios para la salud, de sus diferentes tipos y variedades, y de cómo se debe servir y degustar. Pero también es posible que hayas escuchado algunas afirmaciones sobre el vino que no son del todo ciertas, o que dependen de muchos factores. En este artículo vamos a desvelar algunos mitos y verdades sobre el vino que todos necesitamos conocer. Como especialistas en vino que somos en la bodega de Pilares de Belesar conocemos mejor que nadie estas afirmaciones.
Mito: El vino mejora con los años
Este es otro de los mitos más comunes, pero también más engañosos. No todos los vinos están hechos para envejecer, ni todos los vinos envejecen bien. Solo algunos vinos, especialmente los tintos con una buena estructura tánica y una crianza en barrica, pueden mejorar con el paso del tiempo, desarrollando nuevos matices y complejidad. Pero la mayoría de los vinos, sobre todo los blancos, rosados y espumosos, están pensados para ser consumidos jóvenes, cuando mantienen su frescor y su expresividad.
Verdad: El tipo de barrica utilizada condiciona el resultado final del vino
La barrica es un recipiente de madera que se usa para fermentar o criar algunos vinos. Su uso aporta al vino color, cuerpo, taninos y aromas característicos, que varían según el tipo de madera, su origen, su tostado y su uso previo. Por ejemplo, el roble francés suele dar al vino notas de vainilla, canela o miel, mientras que el roble americano suele dar al vino notas de coco, café o cacao.
Mito: El vino tinto se sirve a temperatura ambiente
Este es uno de los mitos más extendidos, pero también más falsos. La temperatura ambiente puede variar mucho según el lugar y la época del año, y no es la misma para todos los vinos tintos. Lo ideal es servir el vino tinto entre 15ºC y 20ºC, dependiendo de su cuerpo, su graduación y su crianza. Si el vino está demasiado caliente, perderá sus aromas y sabores, y si está demasiado frío, se cerrará y se notará más el alcohol.
Verdad: La forma de la copa influye en el sabor del vino
La copa no solo es un elemento estético, sino también funcional. Su forma determina cómo se oxigena el vino, cómo se concentran sus aromas y cómo se distribuye en la boca. Por eso, cada tipo de vino tiene su copa ideal, que resalta sus cualidades y mejora su experiencia sensorial. Por ejemplo, los vinos tintos se sirven en copas amplias y redondas, que permiten una mayor aireación y liberación de aromas. Los vinos blancos se sirven en copas más estrechas y alargadas, que conservan mejor su frescura y acidez.
Estos son solo algunos ejemplos de los mitos y verdades sobre el vino que existen. Si quieres saber más sobre este fascinante mundo, te invitamos a visitar nuestra bodega Pilares de Belesar en plena Ribeira Sacra, donde podrás conocer nuestros viñedos a orillas del río Miño, degustar nuestros excelentes vinos elaborados con uvas autóctonas y disfrutar de un paisaje único.